sábado, 15 de marzo de 2014

Masajes para embarazadas

Masaje en el embarazo

El masaje para embarazadas se considera una técnica de educación motriz para edades tempranas. Estas técnicas favorecen el desarrollo de la motricidad del niño. Son tempranas en cuanto a que se pueden aplicar ya desde el embarazo de la madre. Existen técnicas de masaje para la madre embarazada que la ponen en contacto con su hijo.
 
Masaje para embarazadas                       
Para masajear a una mujer embarazada esta se ha de colocar en una postura cómoda boca arriba.

Se comenzará el masaje por los pies y las piernas. El masaje ha de tener como base gestos envolventes que se realizarán con las manos sobre el cuerpo de la futura madre. A lo largo del masaje en las piernas se realizan intervalos de presión fuerte con otra presión más suave (como caricias).

El masaje continúa lentamente hacia las rodillas. Se realizan estimulaciones ligeras y continuas para activar la circulación.
Al pasar a los muslos, se realizarán presiones lentas, ligeras, que no causen dolor. Se continúa con el movimiento envolvente cubriendo la piel de la madre con las manos. Para dar masaje a la parte inferior de las piernas, la mujer mantendrá las piernas flexionadas, así se tendrá fácil acceso a la parte interior del muslo.

Después del masaje de piernas continuamos nuestro masaje por el cuello, hombros y vientre.

Cabe destacar que durante el embarazo los hombros de la mujer se desarrollan, y esto suele causar sensación de pesadez, por eso es importante masajear los hombros suavemente para descargar la tensión.

Al masajear el vientre tenemos que tener en cuenta la postura de la mujer embarazada, para que no haya tirantez en la barriga mientras está tumbada es bueno poner cojines bajo la espalda y que mantenga las rodillas flexionadas. Los movimientos que se darán sobre el vientre serán muy suaves, como olas que se propagan hasta el bebé.

Durante el masaje la respiración debe ser más profunda y la madre debe ser consciente de como el diafragma se dilata y se expande. En este momento del masaje la madre está en contacto con el hijo.

Ahora hemos de cambiar de posición y colocarnos cerca de la cabeza de la mujer. Se realizará el masaje en el esternón, hombros, nuca y vientre. Los movimientos serán de estiramiento y apertura en gestos que mecen, acunan y escuchan. Se realizarán movimientos en círculo sobre los hombros. Ahora giraremos la cabeza de la embarazada hacia un lado, de forma delicada, para acariciar la nuca masajeándola de forma similar al masaje que realizamos en la espalda.

El masaje facial es también importante. Se realizará acariciando los rasgos de la cara con suavidad, como dibujándola.

Por último, pasamos al masaje de espalda. Este necesita una preparación especial para que la mujer esté cómoda. La postura tendrá que ser de medio lado. Se colocarán cojines bajo las rodillas y la cabeza. Las piernas flexionadas para poder estirar la zona de la espalda. El masaje se hará de forma global, comenzando por la columna vertebral, luego hombros, costado y caderas. El movimiento será de balanceo presionando de forma profunda.

Es muy importante dedicar unos minutos a este tipo de actividad por varios motivos. Primero porque es muy favorecedor para la mujer embarazada, que ve trasformado su cuerpo, dolorido y cansado. También es importante porque el vínculo de la pareja con el bebé se afianza, es un momento muy bonito de intimidad en la pareja. Otro de los motivos por los que se han de realizar estas prácticas es para hacer consciente a la mujer de este estado de embarazo, crear una unión más fuerte entre la madre y el hijo.

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